Thursday, June 5, 2008

El equipo Esmeralda de los PanzasVerdes del Lión. O de donde se apelmazan los pelmazos. O de la ternura en los afanes de los nacidos para perder

El fútbol, el deporte que enmascara los masculinos deseos de toquetear al compadre, de mirar con grupal complicidad las piernas peludas que se mueven y entrecruzan por el balón, de los festejos que abren posibilidades al palpo de los nalgas amigas, del abrazo que camaronea proximidades agitadas en viril sudor, de entrenamientos en los que sin tapujo alguno aparecen las caricias promisorias de placeres más vastos y extensos, acaso nocturnos, acaso diurnos, en la soledad de la concentración del equipo, el fútbol, ese deporte donde los hombres se dan sin reserva vestidores adentro, vestidores afuera, sacando, metiendo, apasionadamente, hoy, una vez más, tiene a mi reino sumergido en una vorágine de polémica infinita.

Y todo por causa de la decepción que prodiga el autoengaño, o a lo mejor por efecto de los desechos de las metropolitanas tenerías, de las idiosincráticas fabricas de zapato, del agua de sapal que compite en pureza con la del río turbio, quién lo sabe.

El caso es que la gente del primero, del segundo, del tercer Estado en esta comarca abajeña se aferra en discutir a cada rato, con las mismas palabras, los mismos gestos, los mismos silencios y seguramente hasta las mismas emociones, lo que habrá o debe de pasar con el equipo de fútbol.

Yo, autócrata de León, me aburro. Quisiera que en la corte cesara la palabrería y que volviéramos a nuestros acostumbrados divertimentos. De tanto añorarlo casi desconozco el amigable juego de la gallina tuerta, la virgen de la luz desconectada, y como adán y eva corriendo tod@s l@s miembros de la corte a ocultarnos para no ser atrapados por Martita la marquesa de San Cristóbal; las lágrimas empañan mi celeste mirada al bostezar mientras recuerdo la destreza con que el arzobispo Pepelupe se desempeña en el de las cebollitas; y qué decir de los paseos en bicicletas sin asiento en compañía de las monjitas que dirigen nuestras escuelas de bien. Ya ni la promesa de empedrar la calzada las extrae de su discusión sobre quién debe comprar al equipo, de cómo hay que hacerle para que suba a la primera división.

Hasta el ilustre alcalde se sitúa contra mi voluntad y la suya en una distancia incólume. Mi querido duendecillo de mirada anúrica, a quien la semana pasada envié un instructor para avezarlo en el manejo del lenguaje a señas, disminuida como está su capacidad oratoria, hoy día convalece después de haberse ido de paso en su descenso por una resbaladilla.

Extraña suerte la suya, dígome yo para mis adentros a mí misma mientras observo a través de la ventana como pasan una vez más l@s de la corte de la polémica a la cascarita, dígome yo, contaba, cómo fue posible que no sucumbiera en los carros chocones quien hoy gansea con las palabras y que apenas antier fuera crisóstomo de mi reino. Aquí la foto que de aquellos instantes de diversión suma:
Si observan bien, la que aparece conduciendo el rolls detrás del carro chocón azul, es la reina de todos ustedes.

El colmo de los colmos reales es que fui a visitarlo al hospital y ni siquiera en la zozobra que lo asemeja a un usuario del centro teletón, se mostró ajeno a los asuntos del esmeralda equipo.

-Hola duendecillo, cómo estás.

-ddddssssu aaaaaddezza, iiiiennnnnn ¿ig sssteee? ¿iiiiiiiiiiiiiia ddddggggggssssssucpo ddddo e agssssssó on uegssssssto eccccckhio e uf-ol.?

-Sí ya lo supe, duendecillo.

Uno tras otra vez sonaba el teléfono que el alcalde respondía a pesar de su vértebra discapacitada, ni hablar del collarín, ayudado por el altavoz. Eso me permitió atestiguar la eficacia con la que maneja las cosas del gobierno.

-Acá reportando que otra vez de vuelta unos compañeros policías le dieron de balazos, con tubo y piedras a una banda de malvivientes que todo indica que al parecer eran cholos o emos que planeaban un atraco el cual fue impedido del todo y que según las confesiones obtubidas iban a cometer dentro de siete días... También fue asaltada una joyería, dos casas privadas de particulares, un banco, dos empresas, pero los ladrones huyeron pese a la movilización de quinientos elementos, cuarenta patrullas desas nuevas, y dos helicóteros que comandaron desde su ofecena en el campo de golf nuestros jefes Tontornero y Cerebro de Vaca.

-agggggggbrá ee agggggr-les na on-e-ooooo-aggggg-iiii-ooon ag sssssos edddo-es

Decidí mejor retirarme a mi castillo, donde, desde mi ventana, observo cómo la tarde se va hundiendo en la noche cada vez más cubierta con su negro manto, bajo el cual, las figuras de l@s miembros de la corte siguen y corren y gritan mientras persiguen el así llamado por un hereje "diós esférico".


1 comment:

Dacrux said...

arriba los pumas? Hahahahahaha. Los suicidios están al aumento alarmante el indice de menores que lo comete, yupi el león le gano a dorados. El déficit de vivienda es cada día mas alto, pinches weyes se vendieron gacho eso si duele.

Y así una larga lista hahahahaha pero sin duda alguna y citando la misma fuente esta se llevo las palmas claro sin demeritar el esfuerzo de todos por tener un equipo digno hahahaha.

http://www.am.com.mx/Nota.aspx?ID=205239

hhahahahahahahaha