Thursday, June 19, 2008

El cerebro detrás de la Secretaría de Educación.

La estulticia en pleno. Tiene de inteligente lo que tiene de greñudo.


En Guanajuato, nuestro secretario de Educación es muy grande. Es grande, católico y ama a Dios. Lo ama tanto que incluso le da.
Por eso se apellida Diosdado.

No es una persona muy brillante, y miren que se pone cera de coche en la cabeza todas las mañanas para que la calva pueda reflejar todo Guanajuato, así que tiene un asistente personal que, seamos sinceros, lo supera con años luz de distancia.

-¡SEÑOR DIOSDADO! ¡SEÑOR DIOSDADO!

Gritaba “Bark” el golden retriever que funge como asesor del Secretario de Educación. Es un perro que puede hablar, tocar en piano “Para Elisa” de Beethoven, ha leído las obras completas de William Shakespeare e incluso dirige películas bajo el seudónimo de “Steven Spielberg”. “Bark” ha participado en los conciertos de U2 y se encuentra entre los 10 perros más ricos según la revista Forbes, al lado del San Bernardo “Beethoven”, “Lassie” y el “Comisario Rex”.

En una ocasión, la esposa de Diosdado le puso el cuerno con “Bark”, pues tiene más pelo en el cuerpo que Diosdado en la tatema. “Bark” fue despedido, pero Diosdado lo contrató a la semana, pues ignoraba como abrir las puertas de su oficina.

-¿Qué quieres “Bark”?

-Tengo la lista de correcciones sobre su reforma educativa… entiendo que usted suele obedecer todas las órdenes del Yunque, pero las deficiencias en la manera en que usted quiere enseñar son… no se, demasiado obvias. Los periodistas van a ponerlo de perrito y se lo van a coger, disculpe usted la comparación. Usted no puede decirlo. Ya ve usted lo que decia el magnífico e inigualable bardo de Standford Upon Avon: “Se han prohibido decir los secretos de la prisión en la que me encuentro, porque de mi relato, la palabra más simple atormentaría tu alma”.

-¿Quién? ¿Mosqueda?

-No, jefe. Shakespeare. ¿O es posible que el Secretario de Educación no haya leído a Shakespeare? ¡Dios! ¡Por el espectro del fantasma de Hamlet! ¡Por los Capuletos, los Montescos! ¡Antagónicos que viven en las mentes de actores, lectores y directores!

-¿De Capulina?

“Bark” suelta un gruñido por lo bajo.

-En fin, señor Secretario, prosigamos. He hecho una lista de sus errores más evidentes mientras realizaba unas investigaciones para el MIT e impartía una videoconferencia en La Sorbona. Seré breve, pues hoy en la tarde parto a Oxford pues, me invitaron como profesor visitante.

-Si, yo tengo que chupársela a Mosqueda. Luego mi mamá tiene que hacerle lo mismo.

-Primer lugar, no puede decir que la Tierra es plana. Eso ya pasó de moda.

-¿Pero si puedo enseñar en las escuelas que es el centro del universo?

-No.

-Pero Diosito…

-No y punto. Prosigamos: tampoco puede usted prohibir las clases de Física. Tampoco se puede abolir la Ley de la Gravedad. ¿Cómo le explico? Simplemente no se puede.

-¿Qué es la gravedad? –pregunta Diosdado mientras un libro le cae en La cabeza.

-Tampoco se puede prohibir el libro “Aura” de Carlos Fuentes. ¿Cómo le dire? Ya hubo otro tipo del Yunque que lo quiso hacer y le fue como en feria.

-¡Ah, si! ¡Abascal! ¡Carlitos!

-Si. Carlitos. Prosigamos: Mire, en Historia no se puede enseñar que aún pertenecemos al Virreinato Español.

-¿Ah no? ¿Y el Virrey Oliva?

-No es Virrey. Es Gobernador. Prosigamos. Tampoco se puede golpear a los alumnos con varas de membrillo, eso ya quedó atrás.

-A mi me pegaban y yo soy muy inteligente…

“Bark” presiona con su pata delantera derecha el intercomunicador.

-Señorita secretaria, vamos para largo. Cancele mi vuelo a Inglaterra. Mándenos algo de comer. Salmón y vino tinto para mi y un plato de croquetas y otro con agua de la llave para el Secretario. Gracias.

2 comments:

Anonymous said...

jejeje y yo que pensaba que a Diosdado nunca ni una persona, animal o circunstancia nadie le iba a decir sus verdades. bravo. el capitan gto se vuelve en mi superman del bajío y le mando un beso a la reina del bajio

Capitán Guanajuato said...

Compañero anónimo:

Gracias por tu comentario. "Bark" está muy contento, ha expresado su júbilo mientras lee una antología poética de Salvador Díaz Mirón y escucha a Astor Piazzola. Ha decidido ponerle a Diosdado la correo de castigos y azotarlo con un periódico por culpa de lo que acabas de escribir.